Hay muchos artículos por internet sobre cómo fomentar la lectura en los niños, y sin embargo la teoría es mucho más complicada que la práctica.
Olvídate de los libros de tela que los bebés usan como mordedor y dejan llenos de babas. Ni se te ocurra pensar que, si tu hijo se maravilla con los dibujos de un cuento infantil, va a ser un gran lector pasados los seis años. Los niños de la era digital tienen otras alternativas al ocio literario. Los métodos audiovisuales no requieren esfuerzo. A partir de los seis años los libros tienen la competencia feroz de los videojuegos y las tabletas electrónicas.
La buena noticia es que se pueden hacer muchas cosas, pero te advierto que el mayor esfuerzo lo vas a tener que hacer tú.

¿Queréis saber cuál fue mi experiencia?
Cuando mis hijos aprendieron a leer lo odiaban. Durante meses siempre llevaban el mismo libro en la mochila. El marcapáginas estaba situado en las primeras hojas del libro. La hora de la lectura se convertía en un verdadero suplicio para todos, para ellos y para mí.
Soy muy cabezota y no me rindo fácilmente. No podía creer que no les gustase mi afición favorita. Así que, con mucha paciencia y mano izquierda, me propuse que amasen la lectura.
Hace poco, la niña se quejó en el colegio de que usasen la biblioteca como sala de castigo. En la última reunión del colegio nos llegaron a decir que la mayor leía demasiado. En una mala racha de notas escolares nos propusieron que la quitásemos los libros. (Nota: en clase el profesor es el rey, pero en mi casa la monarquía somos mi marido y yo. Por supuesto que no seguimos dichos consejos. Eso ni se pregunta.)
¿Quieres saber cómo pasamos del odio a la lectura a ese amor tan apasionado?

Lo que no debes hacer:
1. No debes elegir tú la lectura de tus hijos. Siempre, repito SIEMPRE, deben ser ellos quienes elijan el libro. Si tratas de influir en su decisión puede que les convenzas para comprarlo, pero te arriesgas a que no disfruten de la lectura.
2. Olvídate de los tramos de edad recomendados. Yo conseguí que la mayor adorase la lectura permitiéndole leer libros que eran superiores a su franja de edad. Resultó que con 7 años prefería leer libros de fantasía romántica larguísimos en lugar de cuentos infantiles con muchas menos páginas.
3. No les obligues nunca a leer. Nunca les regañes por no leer. Debes sugerirselo. Por ejemplo, que se vayan pronto a la cama, pero déjales que lean un buen libro.
4. Crea un buen ambiente de lectura en casa. Tienes que buscar un momento apropiado a vuestros horarios y ser muy sistemáticos. Todos los días a la misma hora como una rutina.
5. No les obligues a terminar de leer un libro que han empezado y no les gusta. Jamás hagas eso o terminarán aborreciendo la lectura.

Lo que sí debes hacer:
1. Da ejemplo. Parece algo muy obvio, pero conviene recordarlo. Si los niños ven que sus padres no leen es difícil que ellos se animen.
2. Deja que ellos elijan el libro que quieren leer. Mira las portadas, lee en voz alta las reseñas y comprueba el número de páginas. Te aseguro que aquí tienes una gran parte del éxito.
3. Deja que elijan el género que desean leer. Hay tanta variedad en los géneros de adultos como en los niños. Déjales que elijan. Aquí tenéis unos ejemplos.








4. Vigila lo que leen. Hoy en día los libros juveniles románticos pueden ser demasiado explícitos con el sexo, sobre todo libros para adolescentes. Si no encuentras reseñas te va a tocar leerlo tú antes. Lo siento, pero sí, a mí me ha pasado, y me ha tocado leer libros que no me apetecía porque mi hija se moría por leerlo.
5. Leer en voz alta. Hemos dicho que leer requiere un gran esfuerzo. Elimina la barrera y haz que disfruten de la experiencia de la historia. Empieza leyendo todo el rato tú, durante días y sin parar. Según vayáis avanzando en la historia pídeles que te lean algún párrafo porque estás cansado, pero sigue en su habitación, tumbado a su lado y no te vayas. Continúa leyendo si ves que se agobian. Cuando la historia esté todavía más avanzada y te pidan que leas un día les dices que no puedes, mira a ver qué pasa. Es muy probable que sigan leyendo por su cuenta si están enganchados.
6. Leer tus libros favoritos de cuando tenías su edad. Yo todavía los guardo, pero si tú los has tirado se pueden conseguir en las bibliotecas, de segunda mano e incluso algunos se siguen editando. En mi casa triunfó Fray Perico y su borrico de Juan Muñoz Martín, que salió a la venta en 1980 y todavía se sigue editando.
7. Pon un horario para la televisión y los videojuegos. Si se aburren no pasa nada. Si no quieren leer que no lean; pueden pintar o jugar con sus juguetes. Ofréceles que lean, sin obligarlos. No permitas que estén zapeando con la tele o cojan en cualquier momento los videojuegos.
8. Ponles una película que esté basada en algún libro. Pero no vale hacer trampas, primero hay que leer el libro. Hay mucha variedad en función del gusto del niño. Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll, Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis, Harry Potter de J. K. Rolling, Charlie y la fábrica de chocolate, Matilda y Fantástico Sr. Fox, los tres últimos de Roald Dahl.

9. Ten libros a mano siempre. Si os vais de viaje lleva en su maleta uno o dos libros, en función del tiempo que estéis fuera de casa. Las salas de espera si vais a ir al médico o al dentista son muy aburridas; te agradecerá tener un libro a mano.
10. Visita con ellos la feria del libro de tu ciudad. Visitar la feria del libro es muy divertido y tienen muchas actividades infantiles. Le ayudará a relacionar la lectura con un acto lúdico.
11. Hazlos el carnet de una biblioteca: Te aseguro que es una experiencia muy agradable e innovadora para los niños. Se hacen responsables de cuidar los libros que les han prestado y devolverlos en tiempo y forma. Te garantizo una tarde agradable con los niños sin gastar dinero.

12. Llévalos a comprar libros: Las librerías están haciendo un esfuerzo enorme por satisfacer a los lectores adaptando sus negocios. Muchas han incorporado ludotecas, cuentacuentos, cafeterías, presentaciones y muchas actividades para mejorar la experiencia de compra de los consumidores. Para los niños es muy importante que comprueben que la letra y las ilustraciones del interior del libro son de su agrado.
13. Regala libros, pero no solo en navidades o en cumpleaños. Los libros son un gran regalo en cualquier momento.
Los libros que te muestro y los consejos que has leído en el artículo me sirvieron para fomentar el hábito lector de mis hijos. ¿Quieres que tus hijos amen tanto como tú la lectura? ¿Has tenido alguna dificultad en aplicar estos consejos? Escríbeme y cuéntame tu experiencia.
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