Sin duda, junio es el mes de la Feria del Libro de Madrid.
Cuando era pequeña, mi padre nos llevaba todos los años, a mis hermanos y a mí, a la Feria del Libro de Madrid con un presupuesto generoso que incluía un par de libros y un helado.
Ahora mis hermanos y yo llevamos a nuestros hijos. Y hemos ido a la Feria del Libro de Madrid el sábado 15 de junio, sólo un día antes de que la Feria cerrase sus puertas.
Mi visita a la Feria del Libro de Madrid
En esta ocasión fuimos por la mañana, a primera hora para evitar el calor. Tomamos un café y apuntamos en nuestras libretas las casetas que queríamos visitar.

Comenzamos con un paseo por El Retiro buscando uno de los 80 libros que la Editorial Planeta había escondido. Este acto se enmarcaba dentro de la iniciativa de apoyo a la lectura #BuscaEncuentrayLee que puso en marcha este sello editorial como colofón a la Feria del Libro de Madrid en su último fin de semana. 40 autores destacados de la editorial habían firmado dos ejemplares de su última obra. Esos 80 libros firmados se escondieron por diferentes lugares del Parque de El Retiro para que los lectores se animasen a encontrarlos y disfrutarán de su lectura. Pero no hubo suerte y llegamos al Paseo de Carruajes en El Retiro sin encontrar ni un solo ejemplar.
Mi hijo pequeño se gastó una fortuna de sus ahorros en una caseta de comics, donde pudo encontrar todo lo que deseaba y mucho más. El librero muy sonriente nos entregó cuatro bolsas de papel con un peso considerable. Él deseaba portar orgulloso su botín, pero fue evidente que necesitaba ayuda familiar.
Mis padres comenzaron a enviarnos mensajes con encargos y, pese a que están de vacaciones recorriendo Alemania, nos dijeron lo mucho que nos envidiaban.
La Segunda parada fue en la macrocaseta de Penguin Random House. Mi tío nos había encargado un libro de uno de sus sellos.
Firmas de los autores
Continuamos en la Editorial Hidra. Allí se encontraba firmando sus novelas infantiles Gabriel Sánchez García Pardo. Es un gran escritor. Yo he leído El Vals de las Hadas Malditas y me encantó, así que nos llevamos Cruzamundos y Las puertas mágicas para mi hijo y Lobos de Mar para mi sobrino. Además, soy una enamorada de la editorial. El trato por parte de las personas de la caseta fue genial y tras escuchar sus recomendaciones no pude resistirme a comprar Caza de Brujas de Virginia Boecker y El príncipe cruel de Holly Black y mi hija se llevó Guía para asesinos sobre el amor y la traición de la misma autora y Brujas y Nigromantes de Raquel Brune. La editorial nos regaló unos relatos, unos marcapáginas y el catálogo de sus libros.


Seguimos el recorrido hasta Nocturna Editores. Allí estaba firmando la simpática booktuber Andrea Izquierdo. Mi hija se llevó todos sus libros dedicados y yo me decanté por El encantamiento de cuervos de Margaret Rogerson y La voz de Amunet de Victoria Álvarez. En agradecimiento nos regalaron un montón de marcapáginas, imanes para la nevera, posters y postales. El trato, al igual que en Hidra, fue muy bueno, todo sonrisas y amabilidad. Nos fuimos encantadas.


Ya bastante cargados necesitábamos una parada para comprar agua y unos granizados. Buscamos una pequeña sombra mientras mis hermanos y mi cuñada perseguían a sus autores favoritos.
En la siguiente caseta nos encontramos con Katrina Sainz Borgo firmando. Le regalé a mi hermana su libro, La hija de la española. A su lado Rosa Montero, Premio Nacional de las Letras Españolas 2017, me dedicó Historia del Rey Transparente y La Carne para mi madre.

No nos fuimos de la Feria del Libro hasta que Enrique Vilas Matas le firmó a mi padre su último libro, Esta bruma insensata, editado por Seix Barral.
La jornada yo diría que se nos dio muy bien. Cansados y felices dejamos el botín en los coches y fuimos a comer a un restaurante cercano. Allí recordamos cuando, muchos años antes, cuando éramos pequeños, mis padres nos llevaban a la Feria del Libro de Madrid.
¿Y tú? ¿Tienes algún recuerdo memorable?
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