Pasados los cuarenta, cada día disfruto más de la literatura fantástica juvenil. El principal motivo es su capacidad de ayudarme a evadirme de la realidad. Por eso la literatura fantástica juvenil es el arte de la evasión.
Los problemas cotidianos y las rutinas hacen que todos necesitemos válvulas de escape. Cuando me refugio en la lectura, sumergiéndome en historias imposibles de las novelas de fantasía, gozo del estilo narrativo único. Hay muchos géneros literarios que pueden conmover a los lectores, pero la literatura de fantasía juvenil tiene la capacidad de sorprender y maravillar como ninguno otro.
A continuación, os muestro un pequeño ejemplo de lo que me ha pasado esta semana. Seguro que muchos de vosotros os identificáis con algunas o todas las situaciones.
Diario de una madre trabajadora
Lunes, 8:00 a.m. Comenzamos la semana.
Lunes, 11:00 a.m. Me llaman del colegio. Al parecer mi hija, y sus cinco amigas, van a estar castigadas una hora a la salida del colegio hoy y el miércoles. Según ella injustamente. Sigo trabajando.
Martes, 10:30 a.m. Me llaman del colegio. Mi hijo vuelve a estar enfermo, otra vez. Tengo suerte; puedo llamar a mi madre para que me haga el favor de ir a recogerle y pida cita al médico. Sigo trabajando. 16:30 p.m. Cita con el médico. Hay que hacerle unos análisis de sangre y unas pruebas médicas. Mañana hay excursión al museo de Ciencias Naturales y no quiere perdérselo. Será pasado.
Miércoles, 15:30 p.m. He olvidado decirle a mi jefe que necesito mañana el día libre para llevar a mi hijo al médico. 18:00 p.m. Mi hijo sale llorando del colegio. Se ha peleado con un amigo y el entrenador de baloncesto les ha castigado sin jugar el partido del sábado. Lastima. No sabe el favor que me está haciendo.
Jueves, 7:30 a.m. Como todos los días, llevo a la mayor al colegio para que le den de desayunar allí, porque a mí no me da tiempo. Y hoy al pequeño al hospital. Al menos hoy tengo el día libre. Hubiera preferido un viernes o un lunes, pero somos pocos en la oficina y ahora hay mucho trabajo.
Viernes, 8:00 a.m. Ya he dejado a mis hijos en el colegio a las 7:30 a.m. para desayunar y dejo el coche en un taller. No está demasiado lejos del colegio, ni de mi trabajo, pero es Madrid. Pido en el taller que llamen a un taxi para llegar al trabajo lo antes posible. Intentaré recogerlo antes que cierren. Si no lo hago me quedo sin él todo el fin de semana.
El arte de la evasión de la literatura fantástica juvenil
¿Os suena? Es real y me ha ocurrido. No son problemas, es el día a día de una madre trabajadora.

¿Quién no ha sufrido la bronca de un jefe?, ¿o de un cliente?, ¿o de ambos? ¿Quién no ha tenido una semana de exámenes y se ha puesto enfermo? ¿Quién no ha estado preocupado por un examen que le ha salido bien, pero cuyo profesor era un hueso? ¿Quién no ha tenido una mala semana? Esas cosas pasan a diario. Lo importante es poder evadirnos de los problemas cotidianos. Es el famoso “desconectar” de los problemas, que tanto necesitamos hoy en día.
Sales a la calle y miras al cielo. No hay dragones ni barcos piratas. En las ventanas de los edificios no hay princesas, de rubios cabellos, gritando y pidiendo que alguien las salve. No ves príncipes azules, ni caballeros de brillante armadura desenvainando la espada para luchar contra magos malvados, que han perdido la cabeza por culpa del último hechizo. No cruzas las puertas o entras en el ascensor para ser transportado a un reino lejano y exótico de dos lunas. O sí.

La literatura fantástica juvenil goza de una extraordinaria salud. Ha crecido en ventas y franjas de edad. El motivo es conocido por todos; nos gusta la literatura de evasión. Salir de nuestra mundanal existencia para disfrutar de aventuras, romance y misterio. Si un género es capaz de transportarnos y hacernos soñar de esa forma es el de la literatura fantástica.
¿Por qué en concreto la literatura fantástica juvenil?
Porque buscamos recordar emociones entumecidas, como el primer amor. Necesitamos reconocer nuestra propia identidad en el reflejo de la elección de nuestros primeros amigos. Deseamos tener la oportunidad de volver a empezar. Queremos recorrer libres nuevos caminos, que en la edad adulta no podemos porque tiene lazos invisibles que nos atan a demasiadas responsabilidades.
A mí me gusta mucho leer de todo. Disfruto de muchos géneros literarios, desde los clásicos a los noveles autoeditados, pasando por los súper ventas. Pero en concreto (y en este momento levanto la cabeza con orgullo) disfruto muchísimo de la literatura de fantasía y ciencia ficción juvenil.
Me gusta la evolución del personaje adolescente a su etapa adulta. Quiero revivir primeros amores. Evadirme con la suspensión de la realidad. Disfrutar de paisajes imposibles. Analizar nuevas reglas de la magia. Pasear por reinos inventados. Huir de las maldiciones. Conocer nuevas leyendas. En definitiva, sumergirme en los problemas de otros para olvidarme de los propios.
¿Qué subgénero elijo de la literatura fantástica juvenil?
Otro de los motivos por el que me encanta este tipo de literatura es que me gustan casi todos géneros literarios. Disfruto el doble si el libro tiene los subgéneros mezclados, ofreciéndome una hermosa variedad de matices. En la literatura fantástica juvenil podemos disfrutar de muchos subgéneros.
Quiero…
Sumergirme en el realismo mágico de James y el melocotón gigante y Cien años de soledad.
Luchar en las batallas de la alta fantasía de Las crónicas de Narnia y Canción de Hielo y Fuego.
Aterrorizarme con la fantasía oscura de Canción secreta del mundo y El retrato de Dorian Gray.
Disfrutar de la fantasía histórica de La catedral y Retrato de un vampiro.
Enamorarme con la fantasía romántica de La princesa prometida y Cazadores de Sombras.
Maravillarme de la fantasía urbana de Harry Potter y American Gods.
Luchar contra el mal en la fantasía heroica de La historia interminable y El señor de los Anillos; incluso con la fantasía épica de El ángel de la noche y La rueda del tiempo.
Alucinar con la ciencia ficción fantástica de Amanecer Rojo y Nacidos de la Bruma.
Divertirme con la fantasía cómica de Tres enanos y pico, El dios asesinado en el servicio de caballeros y Mundodisco.
Quiero todo eso y mucho más.
Quiero libros de fantasía juvenil.
Quiero literatura de evasión.
Llegados a este punto, creo que ya te habré convencido de comenzar con un género literario que desconocías hasta ahora. Tienes a tu disposición multitud de subgéneros para que elijas a gusto.
¿Crees que la literatura fantástica juvenil es la mejor literatura de evasión? ¿Cuál es tu subgénero favorito?
Deja una respuesta